9 de julio de 2016

[Pokémon] Roedores eléctricos

AVISO: Esta entrada puede contener spoilers sobre Pokémon Sol y Luna. Es información oficial ya confirmada por Nintendo y The Pokémon Company en las últimas semanas, pero me consta que hay quienes prefieren ir descubriendo las nuevas criaturas en el transcurso del juego. Si eres de esas personas, te recomiendo que no sigas leyendo el resto de la entrada.


A día de hoy ya tenemos 19 criaturas desveladas de la que será la 7ª generación de Pokémon. Desde luego la labor de los creativos es admirable: diseñar nuevos bichos que se diferencien de los 721 ya existentes, pero que al mismo tiempo conserven la esencia y sean coherentes dentro del universo Pokémon no es tarea sencilla. Bien es cierto que toda persona que se dedique a la creación o al diseño, siempre parte de lo que ya conoce, ya sea consciente o inconscientemente (es imposible crear algo totalmente de la nada). Supongo que para prevenir la falta de inspiración, en algunos casos se han cubierto las espaldas estableciendo patrones: los iniciales de tipo Planta están inspirados en dinosaurios y su evolución, los de Fuego se basan en el zodiaco chino, los de Agua suelen ser animales que no viven exclusivamente en el agua...

Pero hay un patrón en todas las generaciones que no entiendo que se mantenga, y es el de los roedores eléctricos. Todas las generaciones incluyen uno nuevo. A ver, entiendo que Pikachu es la cara visible de la franquicia y su popularidad es innegable (otro día hablamos de la que liaron por querer cambiarle el nombre en chino, XD). Entiendo la inclusión de Pichu en Oro y Plata, al fin y al cabo era la generación en la que se implementaba por primera vez la crianza de huevos. Pero desde la aparición de Plusle y Minun en Rubí y Zafiro estoy un poco desconcertado. ¿Realmente es necesario seguir por ese camino? ¿En todas las generaciones? ¿Cuál es el objetivo?


Por eso, cuando desvelaron a Togedemaru mi reacción fue "No, por Dios, otro más no...". A mí personalmente ya me cansa. ¿Qué necesidad hay? La única explicación que le encuentro es que gusten a cierto tipo de público y, con el merchandising y tal, realmente suponga una fuente de ingresos importante. Si no, no lo entiendo.

Por ejemplo, bichos como Drampa, o el más reciente Salandit, tienen combinaciones de tipos que no se habían dado hasta ahora, o habilidades nuevas que ponen patas arriba el metajuego que teníamos ya establecido. Esas criaturas las veo más interesantes, porque suponen nuevos desafíos, dan pie a estrategias distintas...

Lo divertido de esto es que, cuando esté jugando y me encuentre con el primer Togedemaru, voy a intentar capturarlo igual que a otro Pokémon cualquiera. Malditos roedores...

P.S.: Imagino que al coreano Se Jun Park todo esto le parecerá bien, al fin y al cabo ganó su campeonato mundial hace dos años con un Pachirisu.

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