Sin desmerecer en absoluto el artículo que el compañero Israel Mallén le ha dedicado a la memoria de Satoru Iwata en la página de nintenderos.com, yo también tenía pensado hablar hoy del desaparecido presidente de Nintendo.
Como dice el título, hoy se cumple un año de aquella noticia que costaba creer. Su nombre aparecía entre los trending topics de Twitter, y lo último que pensabas ver, lo último que querías ver, era la dura realidad. Iwata se consideraba a sí mismo un jugador, pero el cáncer jugó sucio y le ganó la partida.
No quiero incluir aquí simples datos sobre su vida o sobre su trayectoria, todo eso está en Wikipedia si tenéis interés. Yo sólo sé que durante mucho tiempo me he dedicado a jugar, y no a pensar en quién estaba detrás de todo eso. Supongo que cuando eres joven no te paras a pensar en esas cosas.
Pero el tiempo pasa, y poco a poco vas mostrando interés, vas poniendo nombre y cara a la gente responsable de la que ha sido y sigue siendo una parte importante de tu vida. Poco a poco vas reconociendo el valor y el mérito de tanta gente que ha trabajado sólo para que tú disfrutes de una épica aventura o unas carreras con los amigos. Ahora sonrío cada vez que veo su nombre en los créditos de un videojuego. Sonrío porque no ha muerto. Sonrío porque sigue vivo en cada uno de los juegos que me apetece volver a jugar cada X tiempo.
Arriesgó. Pudo ganar o perder. A veces ganó, y otras perdió. Pero persiguió su objetivo con el máximo empeño y lo defendió hasta el final. No se le puede pedir más. Llevó a Nintendo en una dirección que, acertada o no, fuera buena o mala, yo personalmente comparto, y ojalá que Kimishima sea fiel a las premisas de Iwata y continúe haciendo de Nintendo la empresa pionera y revolucionaria que muchos admiramos.
Gracias, Iwata. Gracias por tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario